Es un Nebbiolo puro y auténtico, elaborado con uvas de viñas viejas cultivadas orgánicamente en terrazas a casi 500 metros de altitud, sobre el nivel del mar, las cuales, requieren trabajo manual debido a la pendiente del terreno. Su producción es muy limitada, con apenas 1.000 botellas por añada, y sigue un proceso artesanal: fermentación espontánea con levaduras autóctonas, maceración de 15 días y crianza de 7-8 meses en madera usada, sin filtración ni clarificación. De color rubí brillante, despliega aromas de frutos rojos, naranja sanguina y especias, mientras que en boca es fresco, frutal y equilibrado, con una acidez elegante que resalta su carácter vibrante. Perfecto para acompañar quesos curados, embutidos y carnes a la parrilla, este vino refleja la pasión de Marco Ferrari por la viticultura orgánica y los vinos de mínima intervención, capturando la esencia más pura del Nebbiolo de montaña.